CÓMO PLANIFICAR TU VIAJE A LAOS: GUÍA COMPLETA

Guías de Viaje, Laos

Viajar a Laos por libre es una experiencia que te cambia el ritmo. Pasé dos semanas recorriendo el país y fue como pulsar el botón de pausa en medio del caos del sudeste asiático. Aquí el tiempo va más lento, los trayectos en barco por el Mekong te invitan a contemplar, y las montañas del norte te hacen sentir que estás en otro planeta.

Eso sí, viajar a Laos también tiene sus retos: desde cambios de planes por lluvias repentinas hasta lugares que parecen estar congelados en el tiempo, sin cajeros, wifi o electricidad constante. Pero justo eso lo hace especial: es un destino que te obliga a desconectar, a bajar el ritmo y a observar más.

Si estás pensando en hacer un viaje a Laos por libre, esta guía completa te va a ayudar. Desde consejos prácticos hasta una ruta de 14 días para sacarle el jugo al país sin perderte lo mejor. Y si prefieres viajar sin preocuparte por la logística, he preparado un itinerario completo con guías locales, traslados, alojamiento y excursiones incluidas para que solo te preocupes de disfrutar.

Ksar de Ait Ben Hadu

En la cima de Nong Khiaw con una bandera de Laos

DATOS PRÁCTICOS PARA VIAJAR A LAOS POR LIBRE

DATOS

Capital: Vientián

Población: 8 millones

Idioma: Lao

MONEDA

Kip laosiano (LAK)

Billetes: 1.000, 2.000, 5.000, 10.000, 20.000, 50.000 y 100.000

Monedas: Apenas se usan, casi todas las transacciones son en billetes

Conversión: 1€ ≈ 22.000 LAK

DOCUMENTOS

Visados: Se necesita visado para entrar a Laos. Se puede solicitar online (e-Visa) o al llegar (Visa On Arrival).

Pasaporte: Obligatorio, con al menos 6 meses de validez desde la fecha de entrada.

SALUD

Vacunas obligatorias: Ninguna

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¿ES SEGURO VIAJAR A LAOS EN 2025?

Sí, viajar a Laos por libre es seguro, siempre que tengas en cuenta algunos aspectos básicos. Es un país tranquilo, con un ritmo de vida relajado y gente increíblemente hospitalaria. En ningún momento me sentí en peligro durante mi ruta de dos semanas, ni siquiera en zonas remotas del norte.

Eso sí, como en cualquier destino, hay ciertos puntos a considerar:

Robos o estafas: poco frecuentes, pero en las ciudades más turísticas como Luang Prabang o Vientián, puede haber pequeños hurtos si dejas el móvil o la mochila descuidados. Nada grave, pero conviene estar atento, sobre todo en mercados o zonas muy transitadas.

Carreteras y transporte: el mayor riesgo suele estar en los desplazamientos. Las carreteras en Laos pueden estar en mal estado, especialmente en zonas montañosas o rurales, y muchos vehículos no cumplen con medidas de seguridad. Si alquilas moto (en lugares como Vang Vieng o Don Det), hazlo con casco y precaución, y evita conducir de noche.

Zonas rurales y minas: aunque muy raro, todavía hay áreas del país con presencia de artefactos explosivos sin detonar, sobre todo en el este, cerca de la frontera con Vietnam. No afecta a los circuitos turísticos habituales, pero es importante no salirse de los caminos marcados si vas a hacer trekking en zonas como Phonsavan o Xieng Khouang.

Diferencias culturales: Laos es un país budista conservador. Evita muestras públicas de afecto, no toques la cabeza de los niños y, si visitas templos, cubre hombros y piernas.

En resumen: con sentido común y respeto, Laos es un destino muy seguro para el viajero independiente. Es más, su ambiente pausado y su gente amable hacen que viajar por libre aquí se sienta casi como una meditación sobre ruedas.

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TOP EXPERIENCIAS EN LAOS PARA 2025

NONG KHIAW

Un pequeño pueblo entre montañas kársticas, atravesado por el río Nam Ou.

Ideal para hacer trekking, subir a miradores o simplemente desconectar. Destino auténtico, local y rural.

CRUCERO POR EL MEKONG

Una de las mejores formas de llegar a Luang Prabang desde la frontera con Tailandia.

Te embarcas en una barca tradicional y durante dos días recorres el Mekong a ritmo lento, durmiendo en una aldea local.

GIBBON'S EXPERIENCE

Una aventura en plena selva del norte de Laos, donde duermes en casas en los árboles y te desplazas por tirolinas entre la copa de los árboles.

Esta experiencia apoya proyectos de conservación del hábitat natural del gibón.

LUANG PRABANG

Patrimonio de la Humanidad y joya espiritual del país.

Con sus templos dorados, su mercado nocturno, los monjes caminando al amanecer y sus cafés junto al río, Luang Prabang tiene un ambiente mágico. 

CÓMO LLEGAR A LAOS EN 2025

Aire: El principal aeropuerto internacional es el de Vientián, con conexiones desde Bangkok, Kuala Lumpur, Singapur o Hanoi. También puedes volar directamente a Luang Prabang si quieres empezar tu ruta por el norte. 

Tierra: Puedes entrar a Laos desde Tailandia, Vietnam o Camboya. Desde Tailandia, una de las rutas más comunes es cruzar desde Chiang Rai hasta Huay Xai, y desde ahí hacer el crucero por el Mekong hasta Luang Prabang que es lo que hice justamente yo. También se puede entrar desde Udon Thani hacia Vientián. Desde Vietnam hay buses largos pero directos desde Hanoi. Y desde Camboya, lo más habitual es cruzar desde Stung Treng hacia las 4000 islas, aunque en esta frontera los «sobrecargos» informales siguen estando a la orden del día.

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¿MEJOR ÉPOCA PARA VIAJAR A LAOS?

Laos tiene un clima tropical con dos estaciones bien definidas: la seca (noviembre – abril) y la lluviosa (mayo – octubre).

Temporada seca (noviembre – abril): Es la mejor época para hacer un viaje a Laos. Los días son soleados, las temperaturas agradables (aunque en el sur puede hacer bastante calor) y los caminos están en buen estado. Ideal para hacer trekking, visitar templos o recorrer el país en moto o barca sin complicaciones.

Temporada de lluvias (mayo – octubre): Llueve con frecuencia, sobre todo por la tarde, y algunas carreteras pueden volverse más complicadas, especialmente en zonas rurales o de montaña. Pero los paisajes están en su punto más verde y hay menos turismo, lo que le da un encanto especial.

Yo viajé en noviembre y fue perfecto: temperaturas suaves, cielos despejados casi todo el tiempo y sin agobios de turistas. Además, los paisajes seguían verdes tras las lluvias del final del monzón.

Si quieres combinar buen clima, poca gente y paisajes bonitos, noviembre a febrero es probablemente el mejor momento para hacer un viaje a Laos.

En una barca tradicional por el río Nam Ou

RUTA DE 14 DÍAS PARA VIAJAR POR LIBRE A LAOS

Día 1 - Entrada a Laos (Huay Xai)

Mi viaje comenzó cruzando la frontera desde Chiang Mai hasta Huay Xai, una pequeña ciudad laosiana a orillas del Mekong. El trayecto en minivan dura unas 6-7 horas, y aunque puede ser algo largo, la transición entre países se siente muy orgánica. Al llegar a Huay Xai ya se nota el cambio: menos tráfico, más tranquilidad y una sensación de que el tiempo aquí va más despacio. En la frontera, el visado se gestiona fácilmente (lleva dólares y una foto de carnet por si acaso). Yo pasé la tarde paseando por el río y descansando en una guesthouse local para prepararme para lo que venía al día siguiente: selva, altura y tirolinas.

Día 2,3 - Gibbon's Experience

La Gibbon Experience es, literalmente, dormir en la copa de los árboles. Tras un traslado en 4×4 bastante movido por caminos de tierra, llegamos al corazón de la selva. Desde ahí, empieza la verdadera aventura: tirolinas de más de 500 metros de longitud, caminatas por la jungla y alojamiento en casas en los árboles a más de 30 metros de altura. Dormí en una cabaña abierta, sin paredes, escuchando los sonidos de la selva de fondo. En el segundo día vimos monos, pájaros y mariposas enormes. Es una experiencia salvaje, intensa y muy diferente a todo lo que había hecho antes. Además, forma parte de un proyecto de conservación real. Si te gusta la aventura y estás dispuesto a sudar (literalmente), este es un plan obligatorio.

Día 4,5 - Crucero por el Mekong

Después de la Gibbon, toca flotar. Literalmente. El crucero tradicional por el Mekong desde Huay Xai a Luang Prabang dura dos días y es una de las mejores formas de entrar al corazón de Laos. La barca es alargada, con asientos cómodos, y el trayecto es una delicia: selva, pueblos remotos, búfalos bañándose en la orilla, niños saludando desde casas flotantes…

La primera noche se duerme en Pak Beng, un pueblo que vive gracias a esta ruta fluvial. Allí me alojé en una guesthouse familiar, cené curry laosiano con vistas al río y compartí historias con otros viajeros. Al día siguiente, continuamos río abajo hasta llegar a Luang Prabang al atardecer. Un trayecto lento, pero profundamente meditativo y especial. Si tienes tiempo, no lo dudes: es una forma única de conectar con el país.

Yo contraté el barco por unos 20€ directamente desde mi alojamiento en Huay Xai.

Día 6,7,8 - Luang Prabang

Luang Prabang es uno de esos lugares que te abrazan. Es tranquila, espiritual y estéticamente preciosa. Las casas coloniales, los templos dorados, los monjes descalzos caminando al amanecer, el mercado nocturno con artesanía local y comida increíble… Podría haberme quedado semanas.

Uno de los días alquilé una moto y fui por mi cuenta hasta las cascadas de Kuang Si, uno de los lugares más espectaculares de todo Laos. El camino ya merece la pena por sí solo, cruzando aldeas y arrozales. Las cascadas son de un color turquesa brutal, con varias pozas donde puedes bañarte. Si no quieres conducir, puedes ir en tuk tuk compartido. 

Por las noches, me perdía en el mercado nocturno: platos por 2 €, ambiente relajado y cafés con encanto. Luang Prabang tiene algo mágico. Si quieres saborear el viaje, quédate al menos tres días.

Uno de los templos dorados en Luang Prabang

Día 9,10,11 - Nong Khiaw

Desde Luang Prabang tomé una minivan hacia Nong Khiaw, un pequeño pueblo enmarcado entre montañas kársticas y atravesado por el río Nam Ou. El trayecto dura unas 4 horas y aunque las curvas son intensas, el destino merece cada kilómetro. Nong Khiaw es paz total: casitas de bambú, puentes colgantes, campos de arroz y un paisaje que parece sacado de una película.

Subí al mirador, una caminata de una hora cuesta arriba que regala una de las vistas más alucinantes del viaje. También aproveché para hacer un trekking de un día con guía local a través de pequeñas aldeas, donde comimos arroz pegajoso con las manos y aprendí sobre la vida en comunidades aisladas. Si te apetece algo más largo, puedes hacer excursiones de dos días durmiendo en pueblos remotos.

Aquí el tiempo fluye de otra forma. Me levantaba temprano, desayunaba con vistas al río y por la tarde me sentaba a leer mientras pasaban los barcos. Es uno de esos lugares donde no pasa «nada», pero sucede todo.

En una aldea rural cerca de Nong Khiaw

Día 12 - Vientián

Desde Luang Prabang tomé el tren de alta velocidad hasta Vientián. Me sorprendió lo moderno, cómodo y puntual que fue. Por solo 15 €, recorrí más de 300 km en menos de 2 horas, atravesando paisajes de montaña y arrozales a toda velocidad. Nada que ver con los trayectos interminables en bus que se suelen asociar con el sudeste asiático.

Vientián es una capital tranquila, sin el caos de otras ciudades del Sudeste Asiático. Tiene un aire pausado, con una mezcla de arquitectura colonial francesa, templos budistas y avenidas anchas. Aproveché el día para visitar el That Luang, el templo más importante del país; el Patuxai, una especie de Arco del Triunfo laosiano; y caminar por el paseo junto al Mekong al atardecer, donde locales hacen ejercicio y montan puestos de comida callejera.

Fue un día perfecto para bajar el ritmo, tomarme un café con vistas al río y prepararme para la última etapa del viaje: el sur de Laos y las 4000 islas.

Día 13,14,15 - Las 4000 islas

Para terminar el viaje, volé a Pakse y de ahí me fui hacia las 4000 islas, una región en el extremo sur del país donde el Mekong se divide en decenas de islotes. Me alojé en Don Det, la isla más mochilera y relajada. Aquí no hay coches, solo bicis y motos eléctricas. Dormí en una cabañita frente al río, con hamaca incluida.

Durante esos tres días, recorrí la isla en bici, visité las cascadas de Li Phi y exploré Don Khon.

Los atardeceres aquí son pura magia: cielo naranja, cerveza fría y una calma difícil de describir. No se me ocurre mejor forma de cerrar un viaje a Laos que flotando entre islas y silencio.

CÓMO MOVERSE POR LIBRE EN LAOS

Viajar por Laos por libre es una experiencia única, aunque el transporte puede ser lento y algo impredecible, especialmente en zonas rurales. Las distancias no son tan largas, pero debido al estado de las carreteras y la geografía montañosa, los trayectos pueden alargarse más de lo esperado. Aun así, hay varias opciones para moverse por el país según tu presupuesto y tu nivel de comodidad.

Autobuses y minivans: La opción más común (y aventurera)

Los autobuses y minivans son el medio más utilizado por mochileros y viajeros independientes. Las minivans suelen ser más rápidas y frecuentes, pero también más intensas: los conductores no se andan con rodeos y las curvas abundan, sobre todo en zonas como Luang Prabang – Nong Khiaw.
Empresas como Naluang, Soutchai Travel o Green Discovery operan rutas entre los principales destinos turísticos. Es recomendable reservar en agencias locales o a través de tu alojamiento.

El precio por trayecto suele rondar los 5-10 €, dependiendo de la distancia. Si eres propenso al mareo, lleva pastillas a mano.

Tren de alta velocidad: la gran sorpresa de Laos

Desde 2021, Laos cuenta con un moderno tren de alta velocidad que conecta las principales ciudades del norte y el centro del país, desde Boten (frontera con China) hasta Vientián, pasando por Luang Prabang y Vang Vieng. Es limpio, cómodo, rápido y barato: el billete de Luang Prabang a Vientián cuesta solo 15 € y el trayecto dura menos de 2 horas.

Se compra con pasaporte y suele agotarse en temporada alta, así que intenta reservar con antelación en estación o a través de apps como LCR Ticket.

Avión: Solo útil si tienes poco tiempo

Aunque Laos tiene varios aeropuertos (Luang Prabang, Vientián, Pakse), los vuelos internos son limitados y, en muchos casos, prescindibles gracias al nuevo tren. Sin embargo, si quieres conectar el norte con el sur rápidamente (por ejemplo, de Vientián a Pakse), puede ser útil.
Aerolíneas como Lao Airlines operan rutas nacionales, aunque los precios son más altos que otras opciones y a veces los vuelos cambian de horario con poca antelación.

Tuk-tuks y songthaews: Para moverse en pueblos y ciudades

Dentro de las ciudades y pueblos, los tuk-tuks y songthaews (pick-ups compartidas con asientos atrás) son la forma más común y económica de moverse. No tienen taxímetro, así que lo mejor es negociar el precio antes o preguntar en tu alojamiento cuánto deberías pagar.
En lugares como Luang Prabang o Pakse, también hay servicios de moto-taxi, ideales para distancias cortas.

Bicicleta o moto: Libertad total

En zonas tranquilas como Don Det, Nong Khiaw o las afueras de Luang Prabang, alquilar una bici o una moto es una gran opción para explorar a tu ritmo. El alquiler de bici cuesta entre 1-3 € al día, y una moto entre 6-10 €.
Eso sí, en algunas zonas el estado de las carreteras no es el mejor y las normas de tráfico son bastante laxas, así que si decides conducir, hazlo con precaución y lleva tu permiso internacional.

Barcos y ferris: Una experiencia muy laosiana

Moverse por el río sigue siendo una forma de transporte muy usada en Laos. El crucero por el Mekong desde Huay Xai a Luang Prabang es uno de los trayectos más especiales del país.
En el sur, también puedes moverte en barcas entre las 4000 islas, o tomar barcos locales para cruzar ríos en aldeas remotas. Son lentos, sí, pero te regalan una perspectiva única del país.

Un pescador encima de una barca durante el atardecer en las 4000 islas

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA VIAJAR A LAOS

VISADO

Para entrar a Laos necesitas tramitar un visado, que puedes obtener a la llegada (Visa on Arrival) o online (eVisa) antes del viaje. Cuesta entre 30 y 35 USD, dependiendo del país de origen.
El proceso es sencillo, pero te recomiendo llevar una foto de carnet, tu pasaporte con al menos 6 meses de validez y el importe exacto en dólares. Si haces el trámite online, puedes hacerlo desde esta web oficial.

MONEDA Y USO DE TARJETA

La moneda oficial es el kip laosiano (LAK), y a diferencia de otros países vecinos, no se acepta el dólar en la mayoría de comercios.
En ciudades como Luang Prabang, Vientián o Pakse puedes pagar con tarjeta en hoteles y restaurantes grandes, pero en mercados, tuk-tuks y zonas rurales necesitas efectivo sí o sí.

Los cajeros automáticos están disponibles en las principales ciudades, pero suelen cobrar una comisión de 20.000 a 40.000 LAK por retirada (1-2 €). Lleva varias tarjetas o retira cantidades grandes para evitar comisiones frecuentes.

Consejo práctico: lleva algo de efectivo desde tu país o cambia en casas de cambio con buena tasa en Luang Prabang o Vientián.

INTERNET

Puedes comprar una SIM local al llegar, ya sea en el aeropuerto o en tiendas de operadores como Unitel, TPlus o Lao Telecom. Las tarifas son muy asequibles: por unos 4-6 € tienes datos para una o dos semanas.

Si prefieres no cambiar tu SIM, puedes usar una eSIM y activarla desde tu móvil al aterrizar. En este enlace puedes conseguir una eSIM para Laos con un 10% de descuento usando mi código. En este enlace puedes comprar una esim con mi código RUTEANDO para un 10% de descuento.

GASTRONOMÍA

La cocina laosiana es sencilla, sabrosa y con mucha personalidad. Uno de los platos más típicos es el laab, una ensalada de carne picada con menta, cilantro, lima y arroz tostado. También es muy común el khao soi, una sopa con fideos de arroz, vegetales y carne, diferente a la versión tailandesa.
Otros imprescindibles son el sticky rice (khao niao), el arroz glutinoso que acompaña prácticamente cualquier comida, y los fideos fritos callejeros.

Consejo: come en puestos callejeros concurridos para asegurarte de que la comida es fresca y sabrosa.

CULTURA Y RESPETO

Laos es un país budista, con una población amable y hospitalaria. Sin embargo, hay algunas normas de respeto a tener en cuenta. Es importante evitar tocar la cabeza de las personas (especialmente niños), ya que se considera sagrada. No señales con los pies ni apuntes a imágenes de Buda con ellos. Y por último, no hagas fotos a monjes sin permiso.

En zonas rurales, la gente puede ser más conservadora, así que es mejor evitar muestras de afecto en público y vestir de manera respetuosa.

SEGURIDAD Y ESTAFAS

Laos es un país seguro para viajar por libre. La delincuencia es muy baja, especialmente fuera de las grandes ciudades. Aun así, conviene tener en cuenta lo siguiente:

En ciudades como Vientián o Luang Prabang, mantén tus pertenencias seguras, sobre todo en mercados o zonas muy concurridas. Los robos no son comunes, pero pueden pasar.

El mayor riesgo suele estar en el transporte: los conductores van rápido, las carreteras son estrechas y en mal estado. Si alquilas moto, hazlo con casco y cuidado.

En algunas regiones del este del país todavía existen zonas con minas antipersona sin detonar, aunque no están en rutas turísticas. Si haces trekkings, no te salgas nunca de los caminos marcados.

En pasos fronterizos, sobre todo desde Camboya o Vietnam, algunos agentes pueden pedirte pagos extra o intentar colarte un “cargo de sellado”. Lleva siempre la cantidad justa para el visado y no aceptes intermediarios.

Con sentido común y respeto, viajar a Laos es una experiencia tranquila, auténtica y segura.

La ceremonia Tak Bak en Luang Prabang

PRESUPUESTO PARA VIAJAR A LAOS

Laos es uno de los destinos más económicos del Sudeste Asiático, aunque el presupuesto puede variar mucho según tu estilo de viaje y las actividades que quieras hacer. Aquí te dejo una estimación de los gastos diarios aproximados según el tipo de viajero:

Mochilero: 20-30 € al día. Si te alojas en guesthouses sencillas, comes en puestos callejeros y te mueves en minivans o transporte local, puedes recorrer Laos con un presupuesto bastante ajustado. Los trayectos en minivan suelen costar entre 5-10 €, y una comida callejera no pasa de 2-3 €. Las entradas a templos y atracciones suelen ser muy baratas (entre 1-3 €), aunque algunas experiencias como la Gibbon Experience pueden elevar tu presupuesto varios días.

Gama media: 35-60 € al día. Con este presupuesto puedes dormir en hoteles con encanto, alquilar moto, comer en restaurantes locales con más variedad y hacer excursiones guiadas, como un trekking en Nong Khiaw o el crucero por el Mekong. También te da margen para usar el tren de alta velocidad y moverte con más comodidad entre ciudades.

Lujo: 80-120 € al día. Si prefieres alojarte en hoteles boutique, contratar guías privados, moverte en avión o tren VIP, comer en restaurantes internacionales y tener más comodidad en traslados, este presupuesto es ideal. También puedes permitirte estancias en ecolodges en la selva, spas o incluso experiencias más exclusivas como cenas privadas en Luang Prabang.

Yo viajé por dos semanas en Laos combinando un estilo mochilero y gama media. Dormí en guesthouses con encanto, comí en mercados nocturnos, hice el crucero por el Mekong, contraté la Gibbon Experience y me moví en tren, barco y minivan.

En total, gasté unos 720 € en 15 días, incluyendo alojamiento, comida, transporte y actividades. Los gastos más altos fueron la Gibbon Experience y el traslado desde el sur del país, pero sin duda fueron lo más memorable del viaje.

¿VIAJAR A LAOS POR LIBRE O EN TOUR ORGANIZADO?

Viajar por Laos por libre es una experiencia muy especial para quienes buscan un ritmo más lento, paisajes increíbles y un contacto auténtico con la vida local. Durante mis dos semanas en el país, recorrí Laos en tren, barca, minivan y tuk-tuk, dormí en guesthouses familiares, compartí comidas en mercados callejeros y caminé entre aldeas remotas en Nong Khiaw. Esa libertad para improvisar y descubrir lugares poco turísticos es, para mí, lo que hace que viajar por libre a Laos sea tan enriquecedor.

Dicho esto, también tiene sus desafíos: los trayectos pueden ser largos y agotadores, el inglés no está muy extendido fuera de las zonas más turísticas, y organizar la logística (horarios de tren, transporte entre pueblos, alojamiento en zonas remotas…) puede llevar tiempo y energía. Si te gusta adaptarte sobre la marcha y no te molesta cambiar planes o lidiar con carreteras serpenteantes, viajar por libre es totalmente viable… y muy recomendable.

Pero si prefieres optimizar tu tiempo, tener todo organizado y vivir una experiencia igual de auténtica pero sin complicaciones, un tour organizado puede ser la mejor opción. Especialmente si viajas pocos días, o si quieres centrarte en disfrutar sin preocuparte de reservas, traslados ni idiomas.

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