Argel, una ciudad que alguna vez fue el epicentro de la colonización francesa en el norte de África, ha evolucionado en los últimos años. Aunque muchos la asocian con su pasado colonial y su relevancia política, lo cierto es que la capital argelina es mucho más que eso. Con su ubicación privilegiada frente al Mediterráneo y su mezcla única de influencias árabes, otomanas y europeas, Argel es un destino que sorprende a quien se pregunta ‘Argel, ¿que ver?’.

Hace poco tuve la oportunidad de recorrer Argel por mi cuenta, y debo decir que la ciudad superó todas mis expectativas. Desde sus calles laberínticas llenas de historia hasta su impresionante arquitectura barroca en el centro de la ciudad. 

En esta guía, quiero compartir contigo los lugares imprescindibles que ver en Argel, además de algunos consejos prácticos para que aproveches al máximo tu visita.

Te recomiendo complementar este post con la guía completa de Argelia que encontrarás aquí.

El centro de Argel, con edificios blancos y vistas al Mediterráneo

Si buscas una escapada diferente y con un toque exótico, Argel es una excelente opción para un fin de semana. La ciudad tiene el tamaño perfecto para explorar sus principales atractivos en dos o tres días sin prisas y sin la masificación de otras capitales mediterráneas. Sin embargo, hay algunos aspectos a considerar antes de planificar tu viaje.

Para empezar, Argelia requiere visado para la mayoría de los viajeros, lo que puede parecer un trámite engorroso. Sin embargo, la buena noticia es que los vuelos a Argel suelen ser bastante baratos desde varias ciudades europeas, por lo que, en términos de costos, la balanza sigue siendo favorable. Además, el alojamiento es más asequible que en muchas capitales de Europa, y el transporte y la comida no son costosos. Si comparas los gastos con un fin de semana en París o Londres, probablemente te salga más barato venir a Argel.

Otra cosa a favor es lo moderna que es la ciudad y lo bien conectada que está, lo que hace que en solo dos o tres días puedas visitar lugares imprescindibles como la Casba de Argel, la Basílica de Notre-Dame d’Afrique, el Jardin d’Essai du Hamma, el Monumento a los Mártires y la Gran Mezquita, entre otros.

Si buscas un destino distinto, con historia, cultura y una gastronomía que merece la pena descubrir, Argel es una gran elección para un fin de semana. Con vuelos baratos, alojamiento accesible y una experiencia menos turística pero igualmente fascinante, es una opción a considerar. Eso sí, no olvides gestionar tu visado con tiempo para evitar sorpresas de última hora.

Si aterrizas en el Aeropuerto Internacional Houari Boumediene, tienes varias opciones para llegar al centro de la ciudad, que se encuentra a unos 20 km de distancia.

Taxi: Es la opción más rápida y cómoda. Asegúrate de negociar el precio antes de subir, ya que los taxis en Argel no suelen usar taxímetro. Otra opción recomendable es usar Heetch, una app similar a Uber, que es la que más utilicé durante mi viaje. Los precios son decentes y evitas la necesidad de negociar con los taxistas. El trayecto dura unos 30-40 minutos y el precio ronda los 1.500-2.000 DZD.

Tren: Si prefieres una opción más económica, puedes tomar el tren desde la estación cercana al aeropuerto (está indicada en el mismo aeropuerto) hasta la parada Agha, en el centro de Argel. Ten en cuenta que los trenes son poco fiables y puede haber demoras. 

Autobuses: Existen autobuses públicos que conectan el aeropuerto con el centro, aunque pueden ser más lentos y menos cómodos si llevas mucho equipaje.

Si llegas tarde por la noche, lo mejor es ir en taxi hasta tu hotel.

La Casba de Argel es el corazón histórico de la ciudad y un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es una joya que hay que recorrer con tranquilidad, ya que fuera de la calle principal su estado es algo descuidado. Sin embargo, esto no le resta encanto, al contrario, permite descubrir rincones llenos de autenticidad. Sus laberínticas callejuelas esconden paredes llenas de pintadas revolucionarias que reflejan la historia viva del pueblo argelino, aportando una sensación de autenticidad imposible de encontrar en otros cascos históricos demasiado restaurados.

A medida que caminas, te toparás con pequeñas tiendas abiertas que le dan vida a la zona: panaderías, teterías y tiendas de arte. Además, es imprescindible hacer una parada en el Museo Nacional de Artes y Tradiciones Populares, para ver como es una casa tradicional por dentro.

Otro detalle que hace especial a la Casba son sus fuentes decorativas, muchas de ellas olvidadas pero con una belleza singular. Yo te recomiendo que hagas la visita con un guía certificado para que te de detalles de cada rincón.

Uno de los edificios más icónicos de Argel es La Grande Poste, una joya de la arquitectura neo-morisca construida en 1910. Su fachada blanca y ornamentada llama inmediatamente la atención y es imposible pasar por delante sin detenerse a admirarla. Cuando estuve en Argel, intenté entrar para ver su interior, pero en ese momento no estaba permitido el acceso. Aun así, la impresionante fachada y los detalles arquitectónicos hacen que valga la pena la visita.

El edificio es un emblema de la ciudad y un punto de referencia para los argelinos. Sus escaleras suelen estar llenas de gente que se sienta a charlar o simplemente a observar el ir y venir de la ciudad. Alrededor, encontrarás varias cafeterías donde puedes disfrutar de un té con menta mientras contemplas este icónico edificio. Si eres amante de la arquitectura y la fotografía, La Grande Poste es un lugar que no puedes dejar fuera de tu recorrido por Argel.

La Grande Poste es el edificio más emblemático del centro de Argel

Inaugurada en 2019, es la tercera mezquita más grande del mundo y la más grande de África. Su minarete de 265 metros la convierte en un lugar visible desde toda la ciudad. Incluso cuando vas a aterrizar a Argel la puedes ver desde el avión. La arquitectura de la mezquita combina la tradición islámica con elementos modernos, haciendo que tanto su interior como su exterior sean un espectáculo.

En mi visita a la mezquita no tuve ningún problema para entrar pese a no ser musulmán, simplemente me preguntaron si era periodista por llevar una cámara. La entrada es gratuita pero es importante tener en cuenta que no se permite la visita durante las horas de oración. Una vez dentro, tiene un amplio patio central, con enormes columnas y un ambiente de tranquilidad absoluta. También pude entrar en la zona interior, dónde me relajé unos minutos sentado en la alfombra que cubre todo el suelo.

La mezquita se encuentra un poco a las afueras del centro de la ciudad, pero llegar hasta allí es bastante sencillo. Puedes tomar un taxi o usar la app Heetch para evitar negociaciones con los taxistas. También tienes la opción de llegar en metro, ya que hay una estación cercana.

Consejo: Aunque los no musulmanes no pueden acceder a todas las áreas, vale la pena visitarla y admirar su impresionante diseño. No olvides llevar ropa adecuada para la visita y planificar tu recorrido fuera de los horarios de oración para asegurarte el acceso al interior.

Este imponente monumento de 92 metros de altura rinde homenaje a los caídos en la guerra de independencia de Argelia. Su ubicación en lo alto de una colina ofrece una de las mejores panorámicas de la ciudad. Para llegar, tomé el metro desde el centro hasta la parada Jardin d’Essais y desde allí subí en teleférico, una opción cómoda y con vistas espectaculares. Es una experiencia en sí misma, ya que te permite ver la ciudad desde una perspectiva diferente mientras asciendes hacia el monumento.

Al llegar arriba, te encuentras con una enorme plaza que se extiende frente al monumento, un lugar donde las familias se reúnen, especialmente los viernes y sábados, para disfrutar del ambiente y relajarse. También hay vendedores ambulantes ofreciendo té y snacks.

Si buscas un respiro del ajetreo de la ciudad, el Jardin d’Essai du Hamma es el sitio perfecto. Fundado en 1832, este jardín botánico es un oasis de tranquilidad en plena Argel. Con una impresionante colección de plantas exóticas y un aire fresco que contrasta con el bullicio urbano, es el lugar ideal para desconectar por un rato. Además, para los cinéfilos, aquí se rodaron algunas escenas de la película «Tarzán» de 1932, lo que le añade un toque de historia cinematográfica.

La entrada al jardín es bastante asequible, cuesta 100 dinares argelinos, lo que lo convierte en una opción accesible para todos los visitantes. Si visitas Argel en un día caluroso, este es sin duda el mejor sitio para relajarte y recuperar energías.

Consejo: Llévate algo para picar y disfruta de un pequeño picnic en uno de sus bancos. Es un excelente lugar para descansar después de explorar la Casba y perderse entre la exuberante vegetación.

El Jardin d’Essai y vistas al monumento de los Mártires

Ubicada en una colina con vistas al Mediterráneo, esta impresionante basílica de estilo neobizantino es uno de los emblemas de Argel. Su lema, escrito en la cúpula, «Notre Dame d’Afrique priez pour nous et pour les musulmans», refleja la convivencia de culturas en el país. La ubicación privilegiada en lo alto de la ciudad la convierte en un lugar especial para disfrutar de una vista panorámica única, donde el Mediterráneo se funde con el horizonte y se puede ver uno de los estadios de fútbol de la ciudad.

Para llegar hasta aquí, yo opté por subir en coche con un amigo local, pero si no tienes esa opción, lo mejor es tomar un taxi, ya que el camino hasta la basílica es empinado y puede ser agotador a pie.

Consejo: La mejor hora para visitarla es al atardecer.

Explorar Argel también significa descubrir su gastronomía, una deliciosa fusión de influencias árabes, bereberes, otomanas y francesas. Entre los platos más populares se encuentra la pizza carrée, una versión local de la pizza de masa gruesa, que puedes encontrar en puestos callejeros y panaderías de la ciudad. Es un snack rápido y asequible que los argelinos disfrutan a cualquier hora del día.

Otro plato típico es la rishta, una pasta casera similar a los tallarines, que se sirve con una salsa especiada a base de garbanzos y carne. Quise probar este plato en un ambiente más relajado, así que fui al restaurante Sapori, un local de gama media donde la rishta estaba realmente deliciosa.

Si prefieres algo más ligero pero igual de sabroso, no te puedes perder el chakchouka, un plato a base de tomates, pimientos, cebolla y huevos escalfados, a menudo acompañado de pan recién horneado. Es un plato sencillo pero lleno de sabor, que puedes encontrar en muchos restaurantes y cafeterías locales.

La gastronomía argelina es una experiencia en sí misma y una parte fundamental de cualquier viaje a la ciudad. No dudes en probar estos platos en diferentes lugares, desde mercados callejeros hasta restaurantes más sofisticados, para saborear toda la riqueza de su cocina.

Si prefieres descubrir Argel de la mano de un experto, hacer un tour guiado es una excelente opción. La ciudad tiene una historia fascinante y recorrerla con alguien que la conozca a fondo te permitirá comprender mejor su evolución y sus rincones más emblemáticos.

Los tours suelen comenzar en la Casba de Argel, donde un guía local te llevará por sus callejuelas laberínticas, explicando la historia detrás de sus edificios y las pintadas revolucionarias que aún se pueden ver en sus muros.

También se suelen incluir visitas a la Grande Poste, el Jardin d’Essai du Hamma y el Monumento a los Mártires,

Una de las mejores opciones es Tipasa, ubicada a unos 70 km al oeste de Argel. Esta ciudad costera alberga uno de los conjuntos arqueológicos más importantes de Argelia, con ruinas romanas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí podrás caminar entre antiguos templos, anfiteatros y calles empedradas con vistas al Mediterráneo. Además, puedes disfrutar de mariscos frescos en los restaurantes del puerto.

Yo llegué a Tipaza en el coche de un amigo local, que también aprovechamos para visitar el Mausoleo Real de Mauritania.

Si buscas una escapada más lejana, Constantina es una opción espectacular. Esta ciudad, conocida como «la ciudad de los puentes colgantes», está a unos 400 km de Argel, por lo que técnicamente es posible visitarla en un solo día si tomas un vuelo temprano por la mañana y regresas por la noche. Sin embargo, lo ideal es quedarse al menos una noche para disfrutarla con calma. Constantina es famosa por su impresionante geografía, con acantilados y puentes que conectan la ciudad de un lado a otro, así como por su ambiente vibrante y su gastronomía local.

Vistas a la ciudad de Constantina

Si después de leer este artículo te han entrado ganas de viajar a Argel, aquí tienes algunos consejos prácticos que te ayudarán a disfrutar al máximo de tu experiencia.

La mejor época para visitar Argel es en primavera (marzo a mayo) y otoño (septiembre a noviembre). Durante estos meses, las temperaturas son agradables, rondando entre los 18 y 25 grados, lo que hace que sea ideal para recorrer la ciudad a pie sin el calor extremo del verano ni el frío del invierno.

Yo fui en Diciembre y aunque durante el día la temperatura era agradable, cuando se iba el sol, refrescaba muchísimo el ambiente.

Argel es una ciudad segura, pero como en cualquier destino, es importante estar atento a las pertenencias, especialmente en zonas concurridas como la Casba o los mercados.

Una de las situaciones que debes tener más atención es el cambio de dinero en el mercado negro, que aunque es común, vas. atener que lidiar con negociaciones poco amistosas. Mi recomendación es que te acerques a un pequeño local y preguntes si hacen cambio de divisa.

También mucho ojo con que algunas personas pueden ofrecerte visitas guiadas y luego pedirte una cantidad desorbitada de dinero. Para evitar esto, contrata guías oficiales con referencias.

Y por último, evita tomar fotos de edificios oficiales o instalaciones militares, ya que puede traerte problemas con las autoridades.

Moverse por Argel puede ser una experiencia interesante, pero es importante conocer las mejores opciones de transporte para evitar imprevistos.

Los taxis son una opción cómoda para desplazarse, pero la mayoría no usa taxímetro, por lo que es recomendable acordar el precio antes de subir. Para evitar negociaciones incómodas, lo mejor es utilizar Heetch, una app similar a Uber, que ofrece precios más justos y transparentes.

Argel cuenta con un sistema de metro moderno, seguro y económico que conecta los principales barrios de la ciudad. También existe un tranvía que puede ser útil para moverse entre ciertas zonas sin depender de taxis. Es una opción recomendada si buscas evitar el tráfico.

Argel es una ciudad llena de historia, cultura y belleza que merece ser explorada con calma. Desde la misteriosa Casba hasta la modernidad de la Gran Mezquita, cada rincón de la ciudad tiene algo especial que ofrecer.

Si te preguntas «Argel, ¿qué ver?«, estos lugares imprescindibles te garantizarán una experiencia inolvidable.