Viajar a Camboya por libre es una aventura en toda regla. Pasé tres semanas recorriendo el país, y aunque hubo momentos increíbles, también me encontré con situaciones que pusieron a prueba mi paciencia.

Camboya es un país de contrastes: desde los impresionantes templos de Angkor hasta carreteras destrozadas que convierten un trayecto corto en una odisea. La gente es amable, pero el regateo es constante. La comida es deliciosa, pero si no eliges bien, tu estómago puede sufrir. Es un destino que te saca de tu zona de confort, pero al mismo tiempo te regala experiencias inolvidables.

Si quieres descubrir Camboya sin preocuparte por la logística, he preparado un itinerario con guías, excursiones, traslados y alojamiento para que disfrutes del país sin complicaciones. Más información en el siguiente enlace.

Angkor Watt, una de las maravillas del mundo

Aire: El principal aeropuerto es el Aeropuerto Internacional de Phnom Penh, con conexiones desde Bangkok, Singapur y Kuala Lumpur. También puedes volar a Siem Reap si tu prioridad es visitar Angkor. Yo volé desde Kuala Lumpur por 36€ con AirAsia.

Tierra: Puedes entrar a Camboya desde Tailandia, Vietnam o Laos, pero los cruces fronterizos pueden ser lentos y en algunos casos hay «sobrecargos» informales. Desde Bangkok, la ruta más común es en bus hasta Siem Reap o Phnom Penh.

Mar: No hay ferris internacionales, pero dentro de Camboya puedes tomar botes desde Sihanoukville para llegar a las islas Koh Rong y Koh Rong Samloem.

Camboya tiene un clima tropical con dos estaciones bien marcadas: seca (noviembre – abril) y lluviosa (mayo – octubre).

Temporada seca (noviembre – abril): La mejor época para viajar. Las temperaturas son cálidas pero soportables, ideales para visitar Angkor, Phnom Penh o las islas.

Temporada de lluvias (mayo – octubre): Llueve casi a diario, pero los paisajes están en su mejor momento. Si no te molesta el agua y buscas una experiencia más tranquila, puede ser una buena opción.

Yo viajé en septiembre y, aunque hubo lluvias ocasionales, no afectaron demasiado el viaje. Además, los templos estaban menos concurridos y los paisajes espectaculares.

Si quieres evitar el calor extremo y las lluvias, noviembre a febrero es el mejor momento para visitar Camboya.

En el templo de Ta Phrom, rodeado de naturaleza

La capital de Camboya es un choque de sensaciones. Caótica, ruidosa y con un tráfico imposible, pero también llena de historia y con una energía vibrante que engancha. Pasé dos días explorando sus contrastes y la verdad es que Phnom Penh no me dejó indiferente.

Empieza el primer día con una visita al Palacio Real y la Pagoda de Plata, donde podrás ver la opulencia de la realeza camboyana. Luego, dirígete al Museo del Genocidio Tuol Sleng (S-21), una antigua prisión de los Jemeres Rojos que cuenta una de las páginas más oscuras del país. Es un lugar duro, pero necesario para entender la historia reciente de Camboya. Para cerrar el día con algo más ligero, disfruta del atardecer en el paseo a orillas del Mekong.

En la noche, hice un tour gastronómico nocturno que fue una experiencia súper auténtica. Probamos desde platos tradicionales camboyanos hasta insectos típicos, como grillos y tarántulas. Si te gusta la gastronomía local y quieres salir de tu zona de confort, te lo recomiendo totalmente. Puedes ver más detalles del tour aquí: Tour Gastronómico Nocturno.

Toma un bus o minivan con Vireak Buntham Express o Giant Ibis por unos 15$. Lo ideal es salir por la mañana para llegar a Battambang al mediodía, justo a tiempo para explorar la ciudad.

Pasea por los mercados locales, donde encontrarás frutas exóticas, comida callejera y productos tradicionales. Battambang es tranquila y tiene un aire colonial encantador, ideal para recorrerla a pie o en bicicleta.

Si tu visita coincide con lunes, miércoles, jueves o sábado, no te pierdas el espectáculo del circo Phare Ponleu Selpak. Es un show impresionante donde jóvenes artistas locales combinan acrobacias, teatro y danza.

Al día siguiente contrata un tuk-tuk para explorar las afueras de Battambang. Este tour te lleva a conocer la vida rural, templos, campos de arroz y fábricas artesanales, como las de papel de arroz y vino de serpiente. Puedes reservarlo aquí: Tour en tuk-tuk por Battambang.

Antes de terminar el día, negocia con el mismo tuk-tuk para que te lleve al espectáculo natural de los murciélagos. Al atardecer, miles de murciélagos emergen de una cueva en Phnom Sampeau, creando un espectáculo impresionante en el cielo.

Dirígete en bus desde Battambang a Siem Reap, un trayecto de aproximadamente 3 horas con un precio de 15$. Al llegar, deja tus cosas en el hotel y prepárate para una primera toma de contacto con el impresionante complejo de Angkor. La mejor opción para moverte es alquilar una moto o contratar un tuk-tuk para tener más flexibilidad. Dedica la tarde a explorar Angkor Wat, el templo más emblemático de Camboya y una maravilla arquitectónica que impresiona por su inmensidad y nivel de detalle. Es un buen momento para recorrerlo con calma antes de las rutas más intensas de los próximos días. Si prefieres una experiencia guiada completa, puedes reservar un tour de 2 días por Angkor, que te llevará a los templos más importantes sin preocuparte por la logística. Aquí puedes verlo: Tour de 2 días por Angkor.

Al siguiente día tocará madrugar para ver uno de los momentos más mágicos del viaje: el amanecer en Angkor Wat. Llegar antes del alba te permitirá ver cómo el sol ilumina lentamente la silueta de este templo majestuoso. Después, lo mejor es recorrer el Small Circuit, que incluye algunos de los templos más icónicos como Bayon, famoso por sus torres con caras esculpidas; Ta Prohm, el templo invadido por raíces de árboles gigantes y escenario de la película Tomb Raider; y otros como Baphuon, Phimeanakas y la Terraza de los Elefantes. Nosotros al tener moto, fuimos al hotel al mediodía para comer y descansar antes de volver para el atardecer.

El último día la ruta continúa con el Grand Circuit, que abarca templos menos concurridos pero igual de impresionantes. Empieza con Pre Rup, un templo perfecto para ver el amanecer o el atardecer, seguido de Ta Som, Neak Pean y East Mebon. Si tienes tiempo y ganas de ir más allá, visita Banteay Srei, un templo más alejado pero con impresionantes relieves tallados en piedra rosada. Para los que buscan una experiencia aún más auténtica, es posible aventurarse hasta Beng Mealea o Koh Ker, templos rodeados de selva y con mucho menos turismo.

El mapa de los dos circuitos para recorrer Angkor

Para llegar a Koh Rong Samloem desde Siem Reap, tienes dos opciones: volar a Sihanoukville y desde allí tomar un ferry, o bien tomar un bus nocturno la noche anterior desde Siem Reap hasta Sihanoukville. El ferry cuesta 20$ y tarda unas 2 horas, ya que primero hace una parada en la isla de Koh Rong antes de continuar a Samloem.

Personalmente, decidí quedarme solo en Koh Rong Samloem, la isla más virgen y tranquila del archipiélago. Pasé cinco noches en el Sara Resort, ubicado en Saracen Beach, una de las mejores playas de la isla. Estos días fueron perfectos para desconectar, disfrutar del mar y dejar atrás el ritmo acelerado del viaje. Aquí el tiempo pasa lento entre tardes de sol, kayak en aguas cristalinas, barbacoas en la playa y alguna incursión al interior de la isla, donde es posible cruzarse con monos y otras especies en su hábitat natural.

Las noches en la isla también tienen su propio espectáculo: en ciertas zonas puedes ver el plancton bioluminiscente, un fenómeno mágico donde el agua brilla con destellos azulados al moverse. Si buscas una experiencia paradisíaca y alejada del turismo masivo, Koh Rong Samloem es el lugar perfecto para relajarte antes de continuar la ruta.

Tras disfrutar de las playas de Koh Rong Samloem, es hora de volver a la Camboya continental. Desde Sihanoukville, la mejor forma de llegar a Kampot es en tren, un trayecto de aproximadamente 3 horas que cuesta entre 2 y 3 euros. Es una opción cómoda y mucho más tranquila que los buses o minivans.

Lo mejor de Kampot es alojarse en las afueras, rodeado de naturaleza y junto al río. Yo me hospedé en Eden Eco Village, un lugar construido completamente en bambú, que ofrece una experiencia auténtica y relajante. Dormir en una cabaña sobre el río, escuchar los sonidos de la selva y disfrutar del entorno natural fue una de las mejores experiencias del viaje.

Desde allí, tomamos un tuk-tuk hasta La Plantation, una de las plantaciones de pimienta más famosas del país. Aquí se cultiva la mundialmente reconocida pimienta de Kampot, considerada una de las mejores del mundo. Durante la visita, aprendimos sobre el proceso de cultivo, probamos diferentes variedades y descubrimos por qué esta pimienta es tan especial.

Por la tarde, puedes dar un paseo en kayak por el río, disfrutar del atardecer desde un bar flotante o simplemente relajarte en una hamaca con vistas a la naturaleza. Kampot tiene un ambiente bohemio y relajado que lo convierte en un lugar perfecto para desconectar antes de regresar a Phnom Penh.

En una hamaca en la habitación del Eden Eco Village

Después de unos días de relax en Kampot, es momento de decidir el siguiente paso del viaje. Si tu vuelo internacional sale desde Phnom Penh, puedes regresar en bus, un trayecto de aproximadamente 3 horas. Es un buen momento para hacer las últimas compras, visitar algún café con vistas al Mekong o simplemente descansar antes del vuelo.

Si, como yo, prefieres seguir explorando, puedes continuar tu ruta hacia Vietnam. La mejor opción es cruzar la frontera terrestre por Ha Tien, el paso fronterizo más cercano, y desde allí tomar un bus hasta Can Tho, en pleno Delta del Mekong. Es una experiencia fascinante, ya que permite adentrarse en una de las zonas más auténticas de Vietnam, famosa por sus mercados flotantes y su vibrante vida local.

Viajar por Camboya por libre es una experiencia enriquecedora, pero el transporte puede ser caótico e impredecible. Hay varias opciones para moverse entre ciudades y dentro de ellas, dependiendo de tu presupuesto y del nivel de comodidad que busques.

Los autobuses son la forma más económica de viajar entre ciudades. Empresas como Giant Ibis, Virak Buntham y Mekong Express operan rutas entre los principales destinos turísticos, como Phnom Penh, Siem Reap, Battambang y Sihanoukville. Aunque los buses VIP son cómodos, algunos trayectos pueden ser largos y las carreteras en mal estado hacen que los viajes sean lentos.

El precio por trayecto suele rondar los 15$.

Camboya tiene un sistema ferroviario limitado, pero si te interesa una experiencia diferente, puedes tomar el tren desde Sihanoukville a Phnom Penh pasando por Kampot. Es un viaje de unas 3 horas y cuesta solo 2-3€, con vagones en buen estado y una velocidad moderada. Sin embargo, los trenes no llegan a Siem Reap ni a la mayoría de destinos turísticos, por lo que no es una opción principal para moverse por el país.

Las minivans son más rápidas que los autobuses y conectan casi cualquier ciudad o pueblo. Empresas como Virak Buntham ofrecen servicios con aire acondicionado y mejor calidad que los autobuses convencionales. Sin embargo, los conductores en Camboya tienen fama de conducir rápido y de forma agresiva, así que prepárate para un viaje movido.

Si quieres ahorrar tiempo en trayectos largos, la mejor opción es tomar un vuelo interno. Camboya tiene varios aeropuertos, y las principales rutas conectan Phnom Penh, Siem Reap y Sihanoukville.

Las aerolíneas como Cambodia Angkor Air y Sky Angkor Airlines operan vuelos domésticos, aunque los precios suelen ser altos en comparación con otras opciones de transporte. Un vuelo de Siem Reap a Sihanoukville dura una hora, en contraste con las 10-12 horas que toma un bus nocturno.

Si tienes poco tiempo en el país, volar puede ser una gran alternativa para optimizar tu itinerario y evitar las carreteras en mal estado. Sin embargo, es recomendable reservar con antelación, ya que los vuelos pueden llenarse rápido en temporada alta.

En cualquier ciudad, el tuk-tuk es el medio de transporte más popular y accesible. Puedes negociar el precio antes de subirte o usar apps como PassApp o Grab para evitar regateos.

En Siem Reap, es una de las opciones para visitar los templos de Angkor, y en Battambang es la mejor opción para explorar los alrededores con un guía local. También son muy efectivos y baratos en Phnom Penh.

Si quieres visitar Koh Rong o Koh Rong Samloem, tendrás que tomar un ferry desde Sihanoukville. El trayecto cuesta 20$ y tarda unas 2 horas, ya que primero hace una parada en Koh Rong antes de continuar a Samloem.

Recomiendo reservar el ticket con antelación, especialmente en temporada alta, ya que los ferries pueden llenarse rápido.

Subido en un tuk-tuk que contraté para visitar las afueras de Battambang

Para entrar a Camboya necesitas tramitar un visado ya sea antes del viaje o a la llegada. Cuesta unos 35$ y te recomiendo que lo tramites directamente desde esta web.

La moneda oficial de Camboya es el riel camboyano (KHR), pero en la práctica el dólar estadounidense se usa para la mayoría de las transacciones. En ciudades como Phnom Penh y Siem Reap, puedes pagar con tarjeta en hoteles, restaurantes y grandes establecimientos, pero en mercados, tuk-tuks y zonas rurales necesitarás efectivo.

Los cajeros automáticos están disponibles en las ciudades y permiten retirar dólares o rieles, aunque muchas veces cobran una comisión de 4-6$ por retiro. Lo mejor es llevar dólares en billetes pequeños, ya que los billetes de 50 o 100$ a veces no los aceptan. Ten en cuenta que los billetes de dólar rotos o en mal estado no los reciben en muchos lugares.

Puedes comprar una SIM local en el aeropuerto o en tiendas oficiales de compañías como Smart, Cellcard y Metfone. Los precios son asequibles, con paquetes de datos desde 5-10$ por varios GB. La cobertura es buena en la mayoría del país, excepto en zonas rurales y algunas islas.

Si prefieres evitar cambiar la SIM de tu móvil, puedes optar por una eSIM, que puedes comprar antes de viajar y activar al llegar. En este enlace puedes comprar una esim con mi código RUTEANDO para un 10% de descuento.

La comida camboyana tiene influencias tailandesas y vietnamitas, pero con su propio toque. Algunos platos que no puedes perderte son el amok que es el plato nacional a base de pescado al vapor cocinado en una crema de coco con especias. Tampoco puedes perderte el Lok Lak, que es una ternera marinada con salsa de pimienta de Kampot, servida con arroz y huevo frito.

Camboya es un país budista, con una población amable y hospitalaria. Sin embargo, hay algunas normas de respeto a tener en cuenta. Es importante evitar tocar la cabeza de las personas (especialmente niños), ya que se considera sagrada. No señales con los pies ni apuntes a imágenes de Buda con ellos. Y por último, no hagas fotos a monjes sin permiso.

En zonas rurales, la gente puede ser más conservadora, así que es mejor evitar muestras de afecto en público y vestir de manera respetuosa.

En general, Camboya es un país seguro para viajar por libre, pero hay ciertos aspectos a considerar para evitar imprevistos.

Si viajas a ciudades como Phnom Penh o Sihanoukville, ten precaución con los robos en moto. Es común que los ladrones arrebaten bolsos o móviles mientras los turistas caminan o van en tuk-tuk. Mantén tus pertenencias aseguradas y evita sacar el teléfono en zonas concurridas. En zonas rurales, el peligro principal no son las personas, sino las minas antipersona que quedaron tras la guerra civil. Aunque las áreas turísticas son seguras, si vas a explorar zonas más remotas, nunca te salgas de los caminos marcados.

También es importante tener cuidado con las estafas en las fronteras terrestres, especialmente si cruzas desde Tailandia, Vietnam o Laos. En algunos puestos fronterizos, los funcionarios o intermediarios intentan cobrar tasas falsas o sobornos para acelerar el trámite. Una de las más comunes es la «tasa de sellado» o «cargo extra por visado on arrival», que en realidad no existe. Para evitar esto, lleva siempre la cantidad exacta del visado (30-35$ según el tipo), evita intermediarios y revisa bien los requisitos antes de cruzar.

Un atardecer en la isla de Koh Rong Samlon

Camboya es un destino más caro en comparación con otros países del sudeste asiático, aunque tu presupuesto final dependerá de tu estilo de viaje y de las actividades que decidas realizar. A continuación, te doy una idea de los gastos diarios aproximados según el tipo de viaje:

Mochilero: 20-35€ al día. Si te alojas en hostales, guesthouses económicas o en dormitorios compartidos, comes en puestos callejeros y te mueves en autobuses o tuk-tuks compartidos, puedes recorrer Camboya con un presupuesto muy ajustado. Eso sí, si planeas visitar templos o hacer alguna excursión, estos costos pueden sumar algo más. La entrada de 3 días a Angkor cuesta 62$, así que si viajas con presupuesto limitado, deberás incluirla en tu planificación.

Gama media: 40-70€ al día. Con este presupuesto puedes alojarte en hoteles de gama media o bungalows privados, moverte en buses VIP o vuelos internos ocasionales y comer en restaurantes locales sin lujos. También permite incluir alguna excursión guiada, como un tour en tuk-tuk por Battambang o un tour gastronómico en Phnom Penh.

Lujo: 100€ al día. Si prefieres hoteles boutique o resorts en las islas, moverte en vuelos internos para ahorrar tiempo y contar con guías privados en los templos de Angkor, este presupuesto es el ideal. También permite experiencias exclusivas como barbacoas privadas en la playa en Koh Rong Samloem o estancias en lodges ecológicos en Kampot.

Viajé por tres semanas en Camboya con otra persona, combinando un estilo mochilero y gama media. Nos alojamos en hostales, cabañas ecológicas y un resort en Koh Rong Samloem, usando principalmente buses.

En total, gastamos 840€ por persona en 21 días, incluyendo alojamiento, comida, transporte, entrada a Angkor y actividades. El mayor gasto fue la estancia en la isla y la entrada de Angkor, pero valió completamente la pena.

Viajar por Camboya por libre es una experiencia increíble para quienes buscan explorar el país a su ritmo, adentrarse en lugares menos turísticos y vivir una aventura más auténtica. Durante mi viaje de tres semanas, recorrí el país en transporte público, negocié tuk-tuks y me alojé en cabañas ecológicas y hostales locales, lo que me permitió conocer el día a día de los camboyanos más allá de los circuitos turísticos.

Sin embargo, viajar por libre en Camboya también puede presentar desafíos, especialmente en temas de transporte. Las carreteras están en mal estado en algunos tramos, los buses pueden retrasarse y en zonas rurales el inglés no siempre está extendido. Si no te importa improvisar y tomarte el viaje con flexibilidad, es completamente posible y muy recomendable recorrer Camboya por libre.

Por otro lado, si prefieres tener todo organizado, optimizar tiempos y no preocuparte por la logística, un tour organizado puede ser una excelente opción. Con un tour, te aseguras de visitar los templos de Angkor con guías especializados, recorrer el Mekong sin complicaciones y disfrutar de las playas de Koh Rong Samloem sin preocuparte del transporte.

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