En general, Túnez es un destino seguro para viajeros independientes. Durante las dos semanas que pasé recorriendo el país por libre, no tuve ninguna experiencia negativa relacionada con la seguridad. Me moví por ciudades como Túnez, Sidi Bou Said, Kairuán y Tozeur, e incluso en zonas menos turísticas me sentí tranquilo. El país ha estado trabajando en reforzar su infraestructura turística y la presencia policial en áreas concurridas, especialmente en los puntos turísticos más populares, es bastante notable.

Según la web de Numbeo, el índice de criminalidad en Túnez es moderado y, en muchos casos, comparable o incluso inferior al de algunas ciudades europeas. El mayor riesgo para los viajeros en Túnez son los pequeños robos: mochilas abiertas en mercados concurridos, teléfonos móviles dejados sin supervisión o carteras en bolsillos traseros. Para evitar problemas, te recomiendo llevar solo lo necesario cuando salgas y dejar los objetos de valor en el hotel o en un lugar seguro.

Los incidentes graves son muy raros, pero como en cualquier destino, es importante mantener la atención en lugares muy transitados como las medinas, los mercados y las estaciones de transporte. En mi experiencia, la gente local fue muy amable y dispuesta a ayudar, lo que hizo que el viaje fuera aún más placentero y seguro.

Túnez es un país hospitalario y la mayoría de las personas que conocí fueron amables y dispuestas a ayudar. Durante mi viaje, conocí a dos chicas que estaban viajando solas y coincidían en que Túnez les parecía el país más tranquilo y seguro del norte de África para viajar. Sin embargo, esto no significa que no haya diferencias según la zona. En áreas más rurales o tradicionales, como Kairuán o algunos pueblos del interior, es menos común ver mujeres viajando solas y la vestimenta suele ser más conservadora, por lo que es recomendable adaptarse a las costumbres locales para evitar incomodidades.

El acoso callejero no está tan generalizado como en otros países árabes, pero pueden darse situaciones incómodas, como miradas insistentes o comentarios no deseados, especialmente en mercados o zonas menos turísticas. También es posible que algunos hombres asuman que necesitas un “acompañante” o que prefieran dirigirse a un hombre si estás en un grupo mixto.

Para viajar con mayor tranquilidad, recomiendo vestir de forma respetuosa con la cultura local, cubriendo hombros y rodillas, especialmente en zonas más conservadoras. Además, es útil mantener una actitud segura y firme en caso de recibir atención no deseada. En general, con las precauciones normales de cualquier viaje en solitario, Túnez puede ser un destino enriquecedor y seguro para las mujeres que buscan explorar el país por su cuenta.

Tras los atentados de 2015 en el Museo del Bardo y la playa de Susa, Túnez reforzó significativamente sus medidas de seguridad, especialmente en zonas turísticas. Sin embargo, el riesgo de terrorismo sigue presente, aunque es bajo y focalizado en áreas específicas como las fronteras con Libia y Argelia, donde se recomienda no viajar. Las ciudades turísticas y costeras están muy vigiladas, y durante mi viaje no sentí ninguna amenaza relacionada con este tema.

Aun así, gobiernos europeos como el español siguen calificando a Túnez como un país no completamente seguro para viajar, recomendando especial precaución en determinadas regiones. Es importante revisar las recomendaciones oficiales antes de viajar y seguir las indicaciones locales para evitar zonas de riesgo.

Durante mi viaje por Túnez, me di cuenta de que la estafa más frecuente que me encontré fue la de los taxis sin taxímetro. En lugares turísticos como el aeropuerto de Túnez, Sidi Bou Said o las medinas, muchos taxistas se niegan a encender el taxímetro y te ofrecen un precio fijo que suele ser mucho más caro de lo normal. Por ejemplo, un trayecto que debería costar 5 dinares fácilmente puede subir a 20 o 30 dinares si aceptas el precio sin negociar. A mí me pasó varias veces, y en algunos casos tuve que bajarme del taxi y buscar otro conductor que aceptara usar el taxímetro.

Mi consejo es que siempre pregunta antes de subirte si van a usar el taxímetro Y si se niegan, no dudes en buscar otro taxi o decírselo. Otra opción es usar apps locales de transporte (como Bolt o Yassir), donde el precio está preestablecido y evitas discusiones. Aunque ten en cuenta que es más caro.

Otra estafa común es la clásica estafa del “precio inflado” en los mercados. En los zocos y tiendas de souvenirs, los vendedores suelen subir los precios al ver que eres turista, asegurándote que estás comprando un artículo “único” o con un “descuento especial solo por hoy”.

Por último la del “guía no oficial”. En lugares turísticos como la Medina de Túnez o Kairuán, es habitual que alguien se acerque ofreciéndose a mostrarte el lugar, diciendo que es “gratis” o que solo es por amabilidad. Sin embargo, al final del recorrido te pedirán una propina excesiva o incluso una tarifa fija que puede ser muy alta. Si realmente quieres un guía, lo mejor es contratar uno oficial con identificación o preguntar en tu hotel o alojamiento por recomendaciones confiables.

El mayor riesgo para los turistas son los pequeños robos en zonas concurridas como mercados, medinas o estaciones de transporte. Carteristas oportunistas pueden actuar si dejas mochilas abiertas o llevas objetos de valor a la vista. Aún así, no sentí que fuera un problema generalizado y con las precauciones habituales (mochila cerrada, no dejar el móvil sin supervisión) es fácil evitarlo.

Otro riesgo a tener en cuenta son las protestas o manifestaciones esporádicas que pueden surgir, especialmente en fechas sensibles o por temas socioeconómicos. Normalmente, estas se concentran en las grandes ciudades y no están dirigidas a los turistas, pero es mejor evitar las concentraciones de gente y mantenerse informado durante el viaje.

Tomando café en una de las terrazas en plena medina de Túnez

Si estás pensando en alquilar un coche en Túnez, hay algunas cosas que debes saber antes de ponerte al volante. La conducción en el país puede ser caótica, especialmente en las grandes ciudades, donde muchos conductores no respetan las señales de tráfico, adelantan por el arcén o circulan sin demasiadas normas.

La calidad de las carreteras varía bastante. En las ciudades principales, suelen estar en buen estado, pero en áreas rurales pueden ser mal señalizadas, con baches y poca iluminación. Durante mi viaje, alquilé un coche para recorrer el sur del país durante tres días, explorando Tozeur, Ksar Ghilane y Chenini. En algunas zonas, encontré controles policiales frecuentes, pero mostrando el pasaporte y teniendo todo en regla, me dejaron pasar sin complicaciones. De hecho, noté que, al ver que mi pasaporte era español, no ponían problemas ni hacían preguntas innecesarias.

Si prefieres evitar la experiencia de conducir en Túnez, el transporte público y los taxis oficiales son una buena alternativa. Otra opción son las louages, furgonetas compartidas que conectan ciudades y pueblos de forma rápida y económica. Sin embargo, los conductores de louage suelen ir muy rápido y adelantar de manera agresiva, algo a considerar si te incomoda la conducción temeraria.

En definitiva, conducir en Túnez es posible, pero requiere atención y paciencia. Si decides hacerlo, prepárate para un estilo de manejo algo caótico y controles policiales en el camino.

Usa taxis con taxímetro: La estafa más común en Túnez es la de los taxis sin taxímetro. Asegúrate de que el conductor lo encienda antes de iniciar el trayecto o acuerda un precio justo antes de subirte. Considera usar apps como Bolt o Yassir.

Mantén tus pertenencias seguras: Usa mochilas cerradas y lleva solo lo esencial contigo. No dejes objetos de valor a la vista, especialmente en mercados o zonas muy concurridas.

Regatea siempre en los mercados: Los precios suelen estar inflados para turistas. No aceptes el primer precio que te den y tómate tu tiempo para negociar.

Contrata guías oficiales: Evita los guías no autorizados que se ofrecen en la calle. Siempre elige guías con identificación o recomendaciones de confianza.

Evita llevar demasiado efectivo: Lleva solo el dinero necesario para el día y cambia dinero solo en casas de cambio oficiales.

Conduce con precaución: Si alquilas un coche, respeta las normas de tráfico y evita conducir de noche. Si usas louages (furgonetas compartidas), ten en cuenta que los conductores suelen ir muy rápido.

Bebe agua embotellada: El agua del grifo no es potable en la mayoría del país. Asegúrate de consumir solo agua embotellada y evita el hielo en las bebidas.

Declina ofertas sospechosas: Si alguien se acerca a ofrecerte ayuda o productos que no pediste, agradece amablemente y sigue tu camino si no estás interesado.

Mantente informado: Consulta las recomendaciones de viaje oficiales, ya que algunos gobiernos europeos, como el español, siguen considerando Túnez un destino con ciertos riesgos, especialmente cerca de las fronteras.

Respeta la cultura local: Viste de manera respetuosa, especialmente en zonas rurales o religiosas, y evita discutir sobre temas sensibles como política o religión.

Si te preguntas si es seguro viajar a Tunez, la respuesta es que sí. Túnez es un destino fascinante, ideal para quienes buscan combinar historia, cultura y paisajes únicos del norte de África, e incluso una muy buena alternativa a Marruecos.

Aunque existen ciertos riesgos, como en cualquier otro país, con sentido común y precaución es posible disfrutar de todo lo que Túnez tiene para ofrecer sin mayores problemas. Simplemente, vigila tus pertenencias, usa taxis con taxímetro, evita zonas cercanas a las fronteras conflictivas y mantente informado sobre la situación actual.

Ya sea que viajes solo, en pareja o en grupo, Túnez ofrece una experiencia única, con su mezcla de medinas vibrantes, desiertos impresionantes y la hospitalidad de su gente. Si planificas un viaje por el país pronto puedes leer mi guía completa aquí. Y si prefieres viajar al país sin preocupaciones, puedes reservar uno de mis viajes organizados a Túnez en el enlace de abajo.