Túnez, un país que alguna vez fue sinónimo de playas paradisíacas y un destino exótico para turistas europeos, ha pasado por una transformación en los últimos años. Tras la Primavera Árabe en 2011 y los atentados de 2015, el número de viajeros disminuyó considerablemente, dejando a este destino cargado de historia y cultura en un segundo plano para muchos. Sin embargo, esta situación ha permitido que Túnez recupere parte de su autenticidad, ofreciendo al viajero curioso la oportunidad de explorar un país menos masificado y lleno de rincones que ver en Túnez.
Hace poco estuve dos semanas viajando solo y por libre por Túnez, y puedo asegurarte que es un destino que merece mucho más reconocimiento del que tiene actualmente. En esta guía, te contaré todo lo que necesitas saber para visitar su vibrante capital, desde los lugares imprescindibles que no puedes perderte hasta cómo moverte por la ciudad y consejos prácticos para que tu viaje sea lo más exitoso posible.
Te recomiendo complementar este post con la guía completa de Túnez que encontrarás aquí.
La medina de Túnez con la mezquita desde las alturas
PORQUÉ ES BUENA IDEA ESCOGER LA CAPITAL DE TÚNEZ PARA UN FIN DE SEMANA
Cuando pensamos en escapadas de fin de semana, seguramente lo primero que se nos viene a la mente son esas capitales europeas con arquitectura clásica, calles adoquinadas y ciudades instagrameables como París, Roma o Lisboa. Pero, ¿y si esta vez te animas a algo diferente? Túnez capital es una opción que probablemente no habías considerado, y créeme, vale muchísimo la pena.
Para empezar, está mucho más cerca de lo que imaginas. Hay vuelos directos desde Barcelona y Madrid, y en menos de 3 horas puedes estar paseando por la medina de Túnez, rodeado de historia, cultura y ese ambiente único que mezcla lo árabe, lo mediterráneo y lo africano.
Pasé tres días recorriendo la capital y me sorprendió muchísimo todo lo que tiene para ofrecer. Para empezar, su medina es un lugar ideal para perderse y comenzar a descubrir este país. Además, la oferta gastronómica es increíble: desde puestos callejeros donde probar platos locales, hasta cafeterías con encanto donde relajarte con un té a la menta.
Si te gusta la historia, las ruinas de Cartago son perfectas para entenderla, y muy cerquita tienes el pintoresco pueblo de Sidi Bou Said, con sus casitas blancas y puertas azules con vistas al Mediterráneo.
Además, Túnez es un destino económico, lo que te permite disfrutar al máximo sin gastar demasiado. Es una escapada perfecta para quienes quieren algo nuevo, diferente y con mucha personalidad.
Así que, si te apetece romper con la rutina de las típicas capitales europeas y descubrir un lugar auténtico, lleno de historia y buena comida, la capital de Túnez te espera.
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LOS 8 IMPRESCINDIBLES QUE VER EN TÚNEZ
1. LA MEDINA DE TÚNEZ
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la medina de Túnez es el corazón histórico de la ciudad y uno de los lugares que más disfruté durante mi viaje. Durante mi estancia de 3 días en la capital, entré en la medina un par de veces. Aquí los zocos están llenos de vida, pero con un ambiente mucho más relajado que en otras medinas que he visitado, como la de Marrakech. De hecho, los vendedores no son tan insistentes y la experiencia es mucho más tranquila, lo que te permite explorar con calma, sin sentirte agobiado. Además, durante el día, tampoco me sentí inseguro, incluso metiéndome por callejones más estrechos.
Hay varios lugares que ver en la medina de Túnez pero sin duda no te puedes perder el Souk El Attarine, especializado en las especias, el Souk Al Berka, especializado en joyas y, la Mezquita Zitouna, uno de los monumentos más importantes de la ciudad. Pero, sin duda, lo que más me gustó fue sentarme en una cafetería escondida en la medina, pedir un té a la menta y simplemente contemplar el ir y venir de la gente.
Te recomiendo echarle un vistazo a este tour guiado por la medina.
2. LOS ZOCOS
Dentro de la medina de Túnez, no solo encontrarás callejones llenos de vida y arquitectura histórica, sino también una increíble variedad de zocos especializados según el tipo de producto.
Uno de los que más me gustó fue el Souk El Attarine, conocido como el Zoco de los Perfumeros o de las especias. Aquí encontrarás todo tipo de aceites esenciales, incienso, perfumes tradicionales y jabones hechos a mano. Si te gusta llevarte recuerdos sensoriales de tus viajes, este es el lugar perfecto para encontrar algo especial.
Otro zoco que intresante es el Souk El Berka, el antiguo zoco de los esclavos, que hoy en día se ha transformado en el centro de la joyería tradicional tunecina. Aquí, las vitrinas están repletas de joyas de oro y plata, muchas de ellas elaboradas con diseños bereberes y árabes que reflejan la rica herencia cultural del país. Aunque no tengas intención de comprar, merece la pena pasear por sus galerías y admirar el trabajo minucioso de los artesanos. Si estás buscando una pieza única de joyería como recuerdo, este es el lugar ideal.
Además de estos, encontrarás otros zocos especializados, como el de los artesanos, donde puedes descubrir alfombras tejidas a mano, cerámicas pintadas con intrincados diseños, y otros productos locales que son perfectos para llevarte un pedazo de Túnez a casa. A diferencia de otros mercados en el norte de África, como en Marrakech, noté que el ambiente en los zocos de Túnez es mucho más relajado. Los vendedores son amables y no tan insistentes, lo que hace que la experiencia de compra sea mucho más agradable y auténtica.
Tomando un café dentro de la medina de Túnez
3. MEZQUITA ZITOUNA
La Mezquita Zitouna es la más importante de Túnez capital y uno de los monumentos más antiguos del país, construida en el siglo VIII sobre las ruinas de una antigua basílica cristiana. Su nombre significa «Mezquita del Olivo», y durante siglos ha sido un centro clave de enseñanza islámica en el Magreb, con una prestigiosa universidad que atrajo a eruditos de todo el mundo árabe.
Aunque no se permite la entrada al interior de la sala de oración a los no musulmanes, la entrada al patio es gratuita y merece muchísimo la pena. Desde allí, puedes admirar su patio de mármol, las columnas que fueron reutilizadas de ruinas romanas y su minarete cuadrado, que se alza sobre la medina y es visible desde muchos puntos de la ciudad.
La mezquita está abierta al público en horario diurno, excepto durante los momentos de oración. Si quieres tener una vista panorámica espectacular, sube a alguna de las terrazas cercanas en la medina, desde donde podrás apreciar la mezquita en todo su esplendor y la vida vibrante que la rodea. Yo subí al Café Panorama.
4. MUSEO NACIONAL DEL BARDO
El Museo Nacional del Bardo es uno de los lugares más conocidos de Túnez, especialmente si te interesa la historia y el arte. Lo que más destaca del museo es su colección de mosaicos romanos, considerada una de las más grandes y completas del mundo. Estos mosaicos provienen de sitios arqueológicos de todo el país, como Cartago, y muestran escenas de la vida cotidiana, la mitología y la naturaleza en la época romana.
El museo está ubicado en un antiguo palacio otomano, lo que le da un aire especial. La combinación entre la arquitectura tradicional del palacio y las salas más modernas hace que recorrerlo sea interesante, aunque el enfoque principal sigue siendo la colección.
La visita puede tomarte un par de horas, dependiendo de cuánto te detengas en los detalles. Si bien no es el museo más interactivo, es un buen lugar para entender la riqueza histórica de Túnez y su legado romano.
La entrada cuesta 13 dinares tunecinos (unos 4 €), y abre todos los días excepto los lunes.
5. AVENIDA HABIB BOURGUIBA
La Avenida Habib Bourguiba es el pulmón moderno de Túnez y una de las calles más emblemáticas de la ciudad. Conocida como los Campos Elíseos de Túnez, esta avenida refleja claramente la influencia francesa que quedó tras el periodo colonial. El estilo arquitectónico es muy europeo, con edificios coloniales, amplias aceras arboladas y una atmósfera que recuerda a muchas ciudades del Mediterráneo.
A lo largo de la avenida encontrarás cafeterías y tiendas, perfectas para hacer una pausa y observar la vida local. Uno de los puntos más destacados es la Catedral de San Vicente de Paul, una basílica de estilo neorrománico y neobizantino que contrasta con el entorno islámico de la ciudad, mostrando la diversidad cultural de Túnez.
La avenida es ideal para dar un paseo tranquilo, especialmente al atardecer, y ver cómo la ciudad combina su pasado histórico con la vida moderna.
6. CARTAGO
A tan solo 20 minutos del centro de Túnez, las ruinas de la antigua Cartago son una visita imprescindible. Fundada por los fenicios en el siglo IX a.C., Cartago llegó a ser una de las ciudades más poderosas del Mediterráneo antiguo, rivalizando con Roma hasta su destrucción en el año 146 a.C. durante las Guerras Púnicas. Más tarde, los romanos la reconstruyeron, convirtiéndola en una ciudad clave del Imperio.
Hoy en día, puedes recorrer varios sitios arqueológicos que reflejan ese pasado glorioso. Entre lo más destacado están las Termas de Antonino, las más grandes de África, que ofrecen vistas impresionantes al mar, y el anfiteatro romano, donde se celebraban espectáculos y combates. Otros puntos interesantes son el Tophet, un antiguo santuario fenicio, y el Puerto Púnico, que muestra la habilidad naval de los cartagineses.
El acceso a los principales sitios arqueológicos cuesta alrededor de 12 dinares tunecinos (unos 3,5 €) y el horario es de 8:30 a 17:00 horas.
Para llegar desde Túnez, puedes tomar un tren de cercanías (TGM) desde la estación de Túnez-Marine hasta la parada de Carthage Hannibal o Carthage Byrsa. El trayecto dura unos 20 minutos y es una forma cómoda y económica de visitar esta joya histórica.
Vistas al mar Mediterráneo desde las termas de Antonino
7. SIDI BOU SAID
Sidi Bou Said es un pequeño pueblo costero a solo 20 minutos de Túnez capital, conocido por sus casas blancas con puertas y ventanas azules que le dan ese aspecto tan fotogénico. Es un sitio muy popular entre turistas y suele ser una parada habitual para los grupos de cruceros, por lo que las calles principales pueden estar bastante concurridas durante el día. Sin embargo, si te alejas un poco de las zonas más transitadas y te pierdes por las calles laterales, encontrarás rincones tranquilos donde puedes disfrutar del lugar casi en soledad.
La mejor hora para visitarlo es por la tarde, antes del atardecer. A esa hora, la luz suaviza los colores y el ambiente se vuelve más relajado, con menos gente. Después de pasear, lo ideal es terminar el día en alguna de las cafeterías con vistas al mar.
Para llegar desde Túnez, puedes tomar el tren TGM desde la estación Túnez-Marine hasta la parada de Sidi Bou Said. El trayecto dura unos 20 minutos y es una forma fácil y económica de llegar. También puedes ir en taxi, que no debería costarte más de 20 dinares tunecinos (unos 6-7 €).
8. LA MARSA
EXCURSIONES DE UN DÍA DESDE TÚNEZ
CARTAGO Y SIDI BOUD SAID
Cartago y Sidi Boud Said son dos de los imprescindibles que debes visitar en la capital tunecina. Puedes hacerlo por libre, llegando en taxi o metro y dedicándole un día entero a ambas. Aunque si quieres aprovechar al máximo tu tiempo, te propongo una excursión combinada a estos dos lugares tan emblemáticos. Es una manera cómoda y eficiente de conocer Cartago y Sidi Bou Said sin preocuparte por el transporte o la planificación.
RUINAS DE DOUGGA
Una visita a las ruinas de Dougga es una de las mejores excursiones que puedes hacer desde Túnez capital. Situada a unos 110 km al suroeste de la ciudad, Dougga es considerada uno de los mejores yacimientos romanos conservados de África del Norte y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Destacan el teatro romano, que todavía se utiliza para eventos culturales, el Capitolio, y los baños termales.
Yo llegué a Dougga en louage, haciendo un transbordo en Téboursouk, el pueblo más cercano al yacimiento. Mi recomen dación es que salgas muy temprano. Aunque si prefieres mayor comodidad, otra opción es alquilar un coche o contratar una excursión organizada.
EL DJEM Y MONASTIR
Si tienes ganas de explorar más allá de la capital, una excursión de un día a El Djem y Monastir es una opción increíble para descubrir dos de los lugares más icónicos de Túnez. Aunque hacerlo por libre requiere algo de planificación y puede ser un poco pesado logísticamente, es totalmente posible si estás dispuesto a madrugar y moverte con transporte local.
La primera parada es El Djem, famoso por su impresionante anfiteatro romano, uno de los más grandes y mejor conservados del mundo. Para llegar, es mejor salir temprano desde Túnez capital. Aunque existe la opción de tomar un tren, la manera más rápida y flexible es viajar en louage, que te llevará directamente a El Djem en menos tiempo. Intenta llegar alrededor de las 10 de la mañana para poder visitar el anfiteatro con calma y sin las multitudes.
Después de explorar El Djem, puedes tomar otro louage de una hora hasta Susa (Sousse), y desde allí, subirte al metro ligero que te llevará a Monastir. Monastir es una ciudad costera con un encanto especial, famosa por su Ribat (una fortaleza islámica que ofrece vistas espectaculares al mar) y el Mausoleo de Habib Bourguiba, el primer presidente de Túnez. Es un lugar perfecto para pasar la tarde paseando por el puerto, disfrutando de la brisa marina y relajándote después de un día de exploración.
Para regresar, tendrás que volver a Susa en metro y desde allí tomar el último louage o tren de vuelta a Túnez capital. Te recomiendo consultar los horarios de regreso con antelación para asegurarte de no quedarte sin transporte.
Si prefieres algo más cómodo y sin complicaciones, siempre puedes contratar una excursión organizada, que se encargará de todo el transporte y las entradas, permitiéndote disfrutar del día sin preocuparte por la logística.
Vistas desde arriba del impresionante anfiteatro de El Djem
EXCURSIÓN AL SUR DE TÚNEZ
CONSEJOS PARA VISITAR LA CAPITAL DE TÚNEZ
Si después de leer este artículo te han entrado ganas de visitar la capital de Túnez, aquí tienes algunos consejos prácticos que te ayudarán a disfrutar al máximo de tu experiencia.
Mejor época para visitar la capital de Túnez
La mejor época para visitar Túnez capital es durante la primavera (marzo a mayo) y el otoño (septiembre a noviembre). El clima es agradable, con temperaturas suaves que te permitirán recorrer la ciudad sin el calor agobiante del verano. Los meses de julio y agosto pueden ser muy calurosos, especialmente si planeas moverte a pie por la medina.
Seguridad y estafas comunes
Túnez es, en general, un país seguro para los turistas, especialmente en la capital. Aun así, es importante tener precauciones básicas como en cualquier otra ciudad. Mantén tus pertenencias vigiladas en zonas concurridas, como los zocos de la medina. Las estafas más comunes suelen estar relacionadas con precios inflados para turistas o con guías no oficiales que se ofrecen en la calle. Si alguien se muestra demasiado insistente en ofrecerte servicios, lo mejor es rechazar amablemente y seguir tu camino.
Puedes leer más acerca. delas eguridad en Túnez aquí (enlace)
Transporte en la ciudad
Moverse en taxi por Túnez es una opción cómoda y económica. Sin embargo, es importante saber que los taxistas están obligados por ley a usar el taxímetro. Asegúrate de que lo enciendan al subirte, y sino lo hacen no tengas reparo en decírselo. Los trayectos dentro de la ciudad suelen ser baratos.
En cuánto al transporte público en la capital incluye autobuses y el tranvía ligero, que es una opción asequible y útil para moverse entre diferentes barrios. Si prefieres una experiencia más local, puedes probar los louages (furgonetas compartidas), aunque son más frecuentes para trayectos interurbanos.
Prueba la gastronomía local
La comida en Túnez es una mezcla deliciosa de sabores mediterráneos y del norte de África, pero prepárate para el picante. Muchos platos llevan harissa, una pasta picante de pimientos rojos que acompaña casi todo. Si no eres fan del picante, es recomendable que avises al cocinero o al camarero al pedir tu comida para que reduzcan la cantidad.
Entre los platos que no puedes dejar de probar está el cuscús tunecino, que suele servirse con pescado o carne y verduras. El brik es otro clásico, una especie de empanadilla frita rellena de huevo y atún que encontrarás en muchos restaurantes y puestos callejeros.
También te recomiendo probar el makloub, un sándwich de pan plano relleno de carne, pollo o atún, con ensalada y, cómo no, un toque de harissa.
No olvides sentarte en una cafetería para tomar un té a la menta o un café turco mientras observas el ir y venir de la gente.
¡Espero que esta guía te sea útil en tu próxima aventura por Túnez! Si te ha gustado, no olvides compartirla y dejarme un comentario con tus experiencias o preguntas sobre la ciudad. ¡Nos vemos en ruta!
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